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Poètes au jardin. De Pétraque à Shakespeare - en castellano

Durante el Renacimiento, un poderoso soplo de poesía recorrió los jardines, y hoy desafía al visitante del mismo modo que ha impulsado este estudio. Amoroso, místico, realista o metafórico, épico, lúdico o moral, el jardín absorbe y libera a su vez una pluralidad de significados y se tiñe de colores variados. En el curso del pensamiento humanista, desde su despertar en Petrarca hasta la primera profusión barroca en la época de Shakespeare, la obra creadora aprovecha la tierra, el agua y la diversidad de especies vegetales, dando a la paciente labor del jardinero, a sus gestos e incluso a sus herramientas y hábiles manuales, la cadencia del verso y la inspiración del poeta. La doble presencia, íntima y abundante, de los artistas en el jardín y del jardín en el arte, difunde una poética que contribuye al desarrollo de principios estéticos renovados.

Un recorrido por los géneros, las fuentes y las distintas producciones poéticas inspiradas en los jardines ilustra en primer lugar su riqueza literaria, explorando sus antecedentes bíblicos o mitológicos, su gusto por la perspectiva y su elegante compartimentación. Siete autores de gran talla participan en este recorrido, que abarca desde mediados del siglo XIV hasta los primeros años del XVII: Petrarca, Christine de Pizan, Marguerite d'Angoulême, Thérèse d'Avila, Guillaume du Bartas, Le Tasse y William Shakespeare nos abren cada uno su jardín, movidos por la memoria, la imaginación o una búsqueda espiritual, o incluso por objetivos muy políticos... Cada una de estas secuencias está dedicada a un periodo y un punto de vista particulares, puntuando un itinerario deliberadamente orientado hacia una historia de las artes basada en los ecos y la transversalidad.

El antiguo palacio de los Reyes de Navarra se presta a este juego. En los siglos XV y XVI, esta residencia principesca estaba rodeada de suntuosos jardines. En las paredes de la Sala de las Cien Cubiertas, los preciosos tapices de las Cacerías de Maximiliano escenifican el contraste entre la dureza de la naturaleza salvaje de la Baja Edad Media y el Renacimiento y los placeres del espacio recreado del jardín.